julio 13, 2010

Adiós

Al momento de despedirnos sentí que todo estaba en mis manos.
Fue como alejarnos para siempre.
En solo cinco minutos cambiaría nuestra historia.

Me debo ir, fue lo primero que atiné a decir
tus ojos brillaban como nunca antes y me decían mucho mas de lo que tus labios
hablaron en nuestros encuentros. Tomé mi bolso, prendí un cigarrillo y caminamos
al metro. Te pregunte si te irías conmigo. Pero no respondías. No sabia que hacer, que decir, si bajar al anden y retirarme o esperar a tu lado alguna decisión.

Me despedí, te di un beso en la mejilla y sentí como tu barba rozaba con la mía.
Esos escalofríos y sensaciones no me abandonaron en ningún momento.
Cada paso que daba rompía mas mis esperanzas de volver a verte.

Finalmente llegué, miré hacia arriba y tú me mirabas. No escuchaba nada, solo veía como tu mirada me seguía a medida que el metro se retiraba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario